¿Si tengo un hijo en Estados Unidos me pueden deportar?

Toda persona nacida en los Estados Unidos, aunque tenga padres con estatus ilegal, se convierte en ciudadano americano por nacimiento. Sin embargo, el estado de la ciudadanía de los progenitores es diferente al del pequeño, lo que puede generar problemas con el paso del tiempo. En este post, descubre si me pueden deportar si tengo un hijo americano y algunas alternativas para evitar esa situación.

¿Me pueden deportar si tengo un hijo americano?

La respuesta sencilla es Sí. Los padres que son indocumentados, porque entraron de manera ilegal al país, o que se quedaron más tiempo de su visa pueden ser deportados, a pesar de la ciudadanía de sus hijos. En estos casos, los niños, si son menores, quedan a cargo del estado quien los coloca en cuidado de crianza y posible proceso de adopción. Sin embargo, está la opción de llevarlos al país de origen, después de un largo proceso de entrevistas con el consulado.

Para ello, se debe planificar con suficiente tiempo de antelación qué pasará en caso de que el progenitor sea detenido por inmigración. Como medida de prevención, se puede hacer una transferencia de custodia y dejar el cuidado de los niños a una persona de confianza para que vele por su bienestar, salud y educación.

¿Puedo evitar la deportación si soy inmigrante y tengo un hijo en Estados Unidos?

Las leyes migratorias pueden ser complejas y están sujetas a cambios constantes, por lo que es posible que un profesional consiga un recurso para evitar la deportación. Dentro de las opciones con las que se puede contar se encuentran:

Solicitar la residencia americana

Las leyes de inmigración permiten a los hijos ciudadanos americanos pedir un ajuste de estatus cuando tienen 21 años o más. Para hacerlo, el individuo debe contar con la solvencia económica para mantenerlos y evitar que estos se conviertan en una carga para el estado. En este caso, se evalúan muchos aspectos incluyendo si los padres son admisibles o deben cumplir con un castigo fuera del país de entre 3 y 10 años. Sin dudas, es un proceso largo y muy complejo.

Discrecionalidad procesal

Se trata de una política estadounidense basada en el hecho de que ICE no puede deportar a todas las personas. En este caso, se enfocan en aquellas que son delincuentes y no perjudican a quienes tienen vínculos con el país. El beneficio consiste en no deportarlos por un tiempo, pero no otorga tarjeta verde o alivio migratorio. Sin embargo, es una medida útil, especialmente cuando se tiene hijos ciudadanos americanos pequeños.

Cancelación de la deportación

Otro recurso al que se puede aplicar para evitar la deportación es solicitar la cancelación de la misma. Esta se basa en los siguientes principios:

¿Quiénes califican para residencia con TPS?

• Haber vivido en los Estados Unidos por 10 años o más.
• Demostrar “buen carácter moral”.
• No haber violado la ley, ni haber participado en ningún tipo de delito.
• Demostrar que la deportación puede causar dificultades excepcionales e inusuales en las personas residentes o ciudadanos americanos que se quedan en el país, pudiendo ser los hijos.

Después de la solicitud, un juez de inmigración convencido puede, como cuestión de discreción, otorgar la residencia a los padres.

Preguntas frecuentes

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¿Si me deportan me puedo llevar a mis hijos?

Sí, es posible llevar a los hijos americanos al país de origen del progenitor, con el fin de que regresen cuando sean mayores. Sin embargo, no los podrás sacar de inmediato, debes realizar una serie de gestiones en conjunto con la embajada estadounidense.

Si soy ilegal y tengo un hijo en Estados Unidos ¿Me pueden deportar?

Sí, la ciudadanía de los hijos no protege a los padres. Por ello, debe planificarse la estancia de los menores en caso de que los padres deban pasar por el proceso de expulsión.

¿Puede pedir un hijo ciudadano americano a sus padres?

Sí. Como requisito indispensable es necesario que tenga 21 años como mínimo y la disponibilidad económica para mantener a los padres.

¿Mi hijo de 18 años me puede pedir?

No, las leyes de inmigración indican que el hijo debe tener 21 años para poder pedir a sus padres.

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